ME LLEVÓ EL CHANFLE!!! (Parte I)
Comenzando los 80´s tuve la oportunidad de verlos en el coliseo del Pueblo de la Ciudad de Cali con su show en vivo, varios sketchs de humor con la vecindad del Chavo, El Chapulín Colorado, El Dr. Chapatín, entre otros, me llenaron de felicidad y emoción. Aunque estaba muy pequeño y algunos momentos no los tengo claros, nunca olvidaré cuando apareció el Chapulín Colorado gritando: YOOOOO!!! al instante de ser invocado por el personaje de Florinda Meza. Casi se me sale el Corazón.
Siempre me ha gustado Chespirito y difícilmente dejaré de disfrutarlo, tuve los muñequitos de Yupi, la Camiseta de la Solidaridad de 1982, Títeres y Marionetas, Discos, Calcomanías, Afiches, Recortes de Prensa, Grababa los capítulos en Betamax, la Camiseta del Chapulín (Muchos años antes de que se pusiera de moda), la rabia de mis amigos cuando jugábamos al Salón de la Justicia y yo “Me pedía” ser El Chapulín, unos padres maravillosos que me apoyaban en darme todos estos gusticos, hasta el apodo del “Boti” que me ha acompañado e identificado desde 1992.
No ha habido una persona que yo hubiera querido conocer en mi vida (ni en la música, el arte, la política o el deporte) como a Roberto Gómez Bolaños.
Ya había planeado algunas cosas por si llegaba a viajar a México en algún momento hasta que me enteré a principios de este año que vendría a la Feria del Libro 2007. ¡Que oportunidad!... lo que siempre había soñado.
Germán, un amigo radicado en Bogotá y quien trabaja en Publicaciones Semana fue la ficha clave para todo lo que se venía, me consiguió una invitación VIP para ingresar a Corferias y aunque había tratado de conseguirme un pase especial para el evento de Chespirito, ese acceso era muy restringido. Igual partí hacia Bogotá en un Bolivariano el viernes 27 de Abril con mi morral, mi música, 2 cervecitas, motivado al 100% y dispuesto a lo que fuera.
El sábado lo pasé delicioso en Bogotá, visitando algunos lugares de la ciudad y tomándome unas cervecitas en la Hamburguesería de Usaquen oyendo a Los McGregors. Hice algunas llamadas para cuadrar lo que sería la jornada del domingo... el día que conocería a Chespirito.
Llegué pasada las 10:30 AM con David, un gran amigo y hermano de mi parcerita Ingrid Gil. Mi primer paso fue dirigirme a el Stand de Editorial Alfaguara para enterarme de cómo seria la dinámica una vez llegara Chespirito a Corferias. Ahí tuve mi primer golpe fuerte… era imposible que yo entrara a la conferencia.
Resulta que la semana anterior a la feria sacaron unas invitaciones que eran entregadas solo a los compradores de los libros de esa misma semana, algo que me pareció un poco injusto pues esa estrategia tenían más un fin de Mercadeo que de verdad favorecer a los fanáticos que teníamos el libro desde el año pasado. Mi ánimo se desmoronó al oír esa noticia y confirmar que la entrada era imposible por los controles establecidos para esa actividad.
Indignado decidí hablar con la supervisora del stand y ella me devolvió el alma al indicarme que ese pase era para la conferencia pero que para la firma de autógrafos, todos estábamos autorizados. Esta se haría en el pabellón 17 de Corferias. Al ver que este pabellón estaba tranquilo y sin muestras de aglutinamiento, decidimos hacer el recorrido por los stands mientras llegaba la hora de la conferencia, 3 PM, que sería transmitida por pantallas gigantes.
Cerca de las 1 PM decidimos ir a revisar cómo estaba el ambiente en la zona del evento y casi nos vamos para atrás al ver un mar de personas como nunca lo había visto en Corferias. Todo el mundo quería ver a Chespirito, pero pocos sabían de que las firmas eran en le pabellón 17, así que decidimos quedarnos ahí de una vez.
A las 3 en punto comenzó la transmisión por las pantallas, la masa de gente rodeaba cada una de ellas y prácticamente la actividad en Corferias se paralizó. La conferencia se convirtió en un evento de histeria colectiva, moderada por Andrés López que involucró por completo la participación del público. Habían personas disfrazadas, muñecos, juguetes, chipotes, camisetas de todos los personajes, gritos, llanto de emoción, una verdadera fiesta en la mejor vecindad. Un momento de tensión se vio cuando anunciaron que una vez terminaran la conferencia pasarían al pabellón 17 a la firma de autógrafos, definitivamente eran pocos los enterados pues se vino una masa gigante de fans hacia donde nos encontrábamos. Fue mas el susto que otra cosa, era un desorden más o menos ordenado. La conferencia continúo y hubo momentos bacanísismos como cuando Chespirito recitó “El Perro Arrepentido” o un niño se le acercó disfrazado del Chavito y el lo abrazó… Espectacular!!!
Hacia las 4:30 de la tarde la conferencia terminó y dieron la noticia que cambió por completo mis anhelados planes. Por razones de seguridad habían decidido firmar los autógrafos en el mismo auditorio de la charla y los que éramos los primeros nos convertimos en los últimos de la fila. Como dice el Chavo… “me dio coraje”. La decepción y la impotencia aumentaron al ver una fila de personas que daba vuelta alrededor de 3 pabellones (los más grandes de todos).
Salimos de ahí resignados a buscar el parqueadero donde habíamos dejado el carro de David. Puerca Vida, Me llevó el Chanfle!!!
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